lunes, 27 de junio de 2011

Cuando tu vida es un infierno

Muchos afirman que el feminismo ya no es necesario. Que nuestra sociedad ya está bastante madura, avanzada e igualada para que las reivindicaciones de las mujeres tengan que ser gritadas aún a los cuatro vientos... Sí, indiscutiblemente, en nuestra sociedad actual occidental se ha avanzado muchísimo, pero aún sigue habiendo demasiada violencia machista, demasiados asesinatos de mujeres que justifican que no bajemos la guardia. Demasiadas mutilaciones espantosas que se llevan a cabo en nuestro desarrollado país y que no sólo debemos procurar que no suceda aquí, sino que no se lleve a la práctica en ningún sitio.
Pero no voy a ocuparme hoy de nuestras miserias.
Hoy quiero que miremos a las mujeres de las que nadie se suele ocupar. De las mujeres y las niñas a las que nadie defiende ni ayuda. He leído en la revista National Geographic un magnífico reportaje sobre Las esposas niñas y se me ha revuelto el estómago. Niñas de hasta 5 años son separadas de su familia -aunque a veces las siguen criando sus padres tras la ceremonia hasta que llega la edad que el esposo cree adecuado para mantener relaciones sexuales... ¿a los 10? ¿A los 12?-, sacadas a escondidas durante la noche para celebrar un matrimonio que ellas, por lo general, no desean. Pero sus deseos y sus necesidades a nadie importa. Ellas no tienen ningún derecho en un mundo en el que sólo deciden los hombres.
Os invito a leer este reportaje, magníficamente narrado, con un amplio abanico de fotografías que nos muestra la crudeza de esta práctica, lo aberrante de la situación de estas niñas a las que nadie ayuda.

Demasiado jóvenes para casarse esposas08

imágenes pertenecientes a National Geographic

Por favor, no dejen de observar el rostro de estas pequeñas, su tristeza, lo penoso de su gesto de resignación. No dejen de apreciar el gesto de posesión grave y, para mí, violento de los esposos.
Y no puedo dejar de preguntarme cómo me sentiría yo si me encontrara en su terrible situación. Cómo sería mi vida y sólo encuentro una palabra: infierno.
Estas niñas viven en el infierno.
Les invito a leer el reportaje.
Cuando acaben, díganme si de verdad los derechos de las mujeres ya es algo añejo o caducado en su reivindicación. Creo, y este reportaje es muestra de ello, que aún quedan muchas mujeres/niñas que no tienen derechos, mujeres tratadas y consideradas como objetos de uso masculino. Maltratadas. AÚN QUEDAN MUCHAS COSAS POR HACER.
No nos olvidemos de ellas, por favor.
Y, por ahora, nada más.

viernes, 24 de junio de 2011

El verdadero valor de las cosas...

¿Quién decide qué vale y cuánto? El que/los que lo decide debe hacerlo muy bien, porque en cuanto se le da valor a algo todos lo aceptan sin casi críticas y se considera una especie de afrenta contra la nación el cuestionarlo... sobre todo si eso que se ha decidido que vale mucho, labora y da sus bríos por lejanas tierras extranjeras.
Yo dudo de la capacidad periodística de Sara Carbonero, por ejemplo. Pero el que sea novia de un famoso y valorado futbolista la ha colocado en la cresta de la ola... Nos anuncia jabones y lo que haga falta y nos mira con soberbia con ese rostro que resultaría anodino si no fuera por unos bonitos ojos que generan la magia de hacerla parecer bella. En el mismo saco incluyo a Penélope Cruz, a Elsa Pataky, a Leticia Ortiz, a las novias modelos de los futbolistas, la capacidad interpretativa de Bardem o la de Antonio Banderas
Ay, sí... ya lo sé: lo que motiva que escriba esto es la envidia. Vale, tengo envidia de Sara Carbonero y de todos los demás.

Dudo de la capacidad de ciertas personas que no tienen otro mérito que haber nacido en el sitio adecuado: los herederos reales -e incluyo el nuestro- nacen con las oposiciones ganadas y ése es su único mérito para estar donde están. Con respecto al nuestro, a nuestro heredero y su casa real, no pueden ser cuestionados en este país, porque si no afrentaríamos a una Constitución que tiene miles de virtudes que nadie discute, y una de ellas es que se puede modificar si el pueblo así lo tiene a bien. Es complicada su modificación, cierto, pero es factible. Nuestra madura democracia lo permite... y espero que así sea en breve. Por eso le pido al señor heredero que no cuestione la capacidad de preguntar de los ciudadanos a su presencia como heredero... es un derecho que también nos proporciona la Constitución: la libertad de expresión; eso incluye cuestionar su papel en nuestra sociedad. Le guste o no.
Dudo del valor de la cocina moderna que nos pone en el plato una foto de diseño minimalista y nos lo cobran al valor de una mansión en la Riviera. Promocionan la «marca España», es verdad; ganan premios internacionales y demás... y por eso no es adecuado criticar nada. Porque si no estaría incurriendo en una traición motivada por mi más absoluta ignorancia. Sí, soy ignorante... pero ¿por qué estos «restauradores» -o muchos de ellos- tienen un IMC que es manifiestamente patológico? ¿Comen lo que guisan y de ahí su obesidad? ¿No es algo así como una mala señal con respecto a lo que nos pasaría si pudiéramos seguir su dieta con cierta frecuencia -si nuestros bolsillos nos lo permitiera, claro-?
Sí, estoy dando mi opinión y cuestionando «cosas» que para muchos son sagradas.
Estoy criticando... ¡¡sí!!
foto obtenida de diario Qué.es

Otra cosa que cuestiono es por qué un cirujano que ha operado al rey se da tanto pábulo. Tiene el mismo mérito o menos que el que operó a mi madre en el Hospital 12 de Octubre, que le operó las dos rodillas en un año y ha conseguido que una mujer obesa anciana pueda caminar con soltura y sin muletas... ¡¡¡eso es mérito!!! De verdad, que me niego a creer que la fisiología del rey sea especial o más compleja. Su rehabilitación no tiene mérito dado que tiene a un séquito de, mínimo, 10 médicos que revisan todo de su biología... mi madre hizo la rehabilitación de sus dos rodillas completamente sola, con el apoyo incondicional de mi hermana, masajista de primera.
Creo que ciertos aspectos de nuestra sociedad están sobrevalorados y ciertos creadores de opinión quieren que todos lo miremos y lo aceptemos... sin cuestionar nada. Con admiración.
Pues yo, no.
A mí Belén Esteban no me parece nada especial... bueno sí, un buen ejemplo de lo que la cirugía estética nunca debería de hacer y la muestra de lo que me gustaría que mi hija nunca llegara a ser. Por tener un hijo con un torero, estar en la cresta de la ola... ¡triste mérito!. Ni la fiesta de los toros me parece nada que debamos conservar... también nuestros ancestros eran caníbales y celebraban ritos caníbales y un día se plantearon dejarlo. Los políticos me parecen una clase en degeneración y sin casi virtudes, el periodismo de verdad casi no existe... desean crear opinión y no siempre informar con objetividad. La Iglesia me parece que debe quedarse en el ámbito de lo privado y dejar de cuestionar aspectos de nuestra sociedad en los que ellos no tienen cabida y creo que el Estado debería dejar de darles la pasta que les aporta con cierta regularidad... haya crisis o no. Que nadie ha reducido su millonaria aportación a costa de nuestros impuestos laicos.
Uffff, sí, esto es lo que opino.
Y me dejo muchas cosas en el tintero. Muchas.
No sé qué opinan los que puedan leer esto, pero lo respeto. Espero recibir lo mismo.
Y, por ahora, nada más.

domingo, 19 de junio de 2011

¿Quién escucha a los Indignados?

Foto perteneciente a El País

Vemos las manifestaciones que se están llevando hoy a cabo en decenas de ciudades españolas y extranjeras y yo, por lo menos, me sumo a ellos en espíritu, dado que mi cuerpo tiene obligaciones sanitarias de las que no me puedo librar. Creo que están llevando a cabo estas expresiones de protesta de una forma correcta --a diferencia de días atrás en los que ciertos incidentes, manipulados o no por los medios de comunicación, como afirmaban algunos, hacían dudar de la anexión moral a este movimiento-- y respetuosa. Estas manifestaciones son, hasta ahora, una verdadera Fiesta de la Democracia.
Pero los miro --con ilusión, la verdad-- y no puedo evitar preguntarme: ¿Quién les va a escuchar? ¿De verdad los grupos políticos o el gobierno tendrán en cuenta sus reivindicaciones? ¿Quedará en nada... como quedó el 15M? ¿ Volverán a languidecer como movimiento a partir de mañana?
El gobierno de nuestro país dijo que era una manifestación de la expresión de los ciudadanos que había que escuchar con atención. Los habrán escuchado, no digo que no, pero no han hecho nada de nada. No vuelven a instaurar el impuesto de sucesiones ni graban las rentas más altas. No se reducen sus sueldos MÁS, ni prescinden de sus prerrogativas elitistas, ésas que pagamos todos. Nadie ha propuesto una modificación de la ley Electoral... ¡ fíjate, excepto Esperanza Aguirre! No buscan que bancos y financieras aporten la parte que les corresponde para que la crisis se reduzca, dado que ellos fueron responsables directos de la misma... yo creo que la banca y las grandes financieras tienen cogidos al gobierno por las gónadas y eso les impide pronunciar una sílaba más alta que otra, sobre todo lo que las perjudique. Por último, en Europa se han negociado las medidas para conseguir el Pacto del Euro, medidas que pagaremos los de siempre.
Y mientras, la Sanidad languidece en sus deudas y se pone en peligro la asistencia gratuita y universal, la Educación palidece y pone en riesgo la formación de nuestros hijos en unos niveles mínimos de calidad... mientras ellos tienen de todo. De todo.
Miro a todos los que se manifiestan en nuestras ciudades. Los miro con admiración y me da igual que constantemente se les critique, sobre todo aquellos que quieres desvirtuar su mensaje.
Sí, los miro y me digo: ¿quién les escuchará? ¿Servirá de algo esta auténtica fiesta de la Democracia? ¿Quién recogerá esta demandas y las hará propias para que se acepten e incluyan en un programa electoral o sea llevado al parlamento?
¿Quién?
Yo tengo mis dudas, la verdad. Y mi opinión... también verdad.
Espero que estas reivindicaciones apolíticas sean recogidas por alguien de verdad. Alguien que esté dispuesto a hacerlas realidad, porque lo que se solicita es absolutamente razonable.
¿Y mañana?
No sé...
Y, por ahora, nada más.

domingo, 12 de junio de 2011

12 junio: DÍA MUNDIAL CONTRA EL TRABAJO INFANTIL

Campaña de la OIT

Los niños no deben trabajar; ni mucho ni poco.
Este año la Campaña que está llevando a cabo -arriba- la Organización Internacional del Trabajo intenta llamar la atención sobre la realidad de que muchos niños llevan a cabo trabajo peligrosos.
Mi opinión es que los niños nunca deberían trabajar; debería ir al cole y aprender; deberían estudiar y poder así algún día realizar un trabajo adecuado a sus gustos y capacidades y bien remunerado. La ignorancia es la lacra de la sociedad. Los niños que no estudian son carne de cañón para los explotadores.
Hay demasiada pobreza y miseria en este mundo. Cuidemos de los niños, pensemos en los que no tienen la suerte de vivir en nuestra sociedad en la que los niños son un bien preciado que hay que cuidar y educar. Siempre hay algo que podremos hacer, si no es de forma directa, sí de forma indirecta, por medio de ONG's que sí luchan por erradicar esta lacra. Pensemos en los que están peor que nosotros. No sólo hoy: siempre.
Y, por ahora, nada más.

viernes, 10 de junio de 2011

¡Y les da igual la indignación...!

Imagen perteneciente a www.rtve.es

Ayer se constituyeron las Cortes Valencianas. Aparte de que el presidente de las mismas, del Opus, coronara su espacio con un crucifijo, lo que se pasa la aconfesionalidad del estado por las narices de los demás, lo verdaderamente indignante y repugnante es que se haya constituido con10 IMPUTADOS EN CASOS DE CORRUPCIÓN.
A estos políticos corruptos... presuntamente, les da igual. Les da igual que a las personas de bien nos parezca mal. Ellos han logrado lo que querían: ocupar un puesto público... no para servir a los demás, sino para solucionarse la vida... precisamente lo que hicieron cuando los imputaron. No han tenido ni tendrán la suficiente dignidad moral ni política de renunciar a su cargo hasta que su imagen quede limpia de polvo y paja.
Como hay otros muchos ciudadanos que piensa como yo, y como a otros les da tanto asco esta situación como a mí, algunos de ellos fueron a manifestarse a la puerta del Parlamento Valenciano a indicar que su toma de posesión resultaba una acto indigno... pero las fuerzas del orden arramblaron con ellos porque su manifestación suponía un peligro para la ciudadanía.
Lo que es un insulto para la ciudadanía de bien es que estos políticos corruptos... presuntamente, se presentaran a las elecciones, que los ciudadanos les concedieran sus cargos con sus votos -los que les votaran, que fueron muchos- y que ellos tomen posesión del mismo tan panchos. ¡Asco!
A cinco de esos manifestantes los han arrestado y los han soltado con cargos... pero, de verdad, los delincuentes en este caso no están fuera, en las manifestaciones; en este caso los delincuentes... presuntos, están dentro... 10 de ellos, con el cargo de parlamentarios valencianos y contra ellos no cargan las fuerzas del orden público. Ni, por ahora, se responsabilizan de nada.
¿No creen que es una incongruencia?
¿No está todo falto de una justicia de verdad?
¿No es esto un insulto a las personas de bien, que pagan sus impuestos, que trabajan -cuando pueden- que ejercen su voto cada 4 años?
A mí, que estos 10 parlamentarios estén en sus escaños sin tener el cuajo de dimitir... a mí, me da asco.
Y quien dice Valencia, dice todos aquellos sitios, ciudades, ayuntamientos y partidos que estén en la misma situación... que hay muchos, pero Valencia se lleva la palma.
Y, por ahora, nada más.

martes, 7 de junio de 2011

Relato: «¡No fue un accidente!»

Bronce de Lascuta. El e-reader del siglo II a.C.

En estos tiempos en los que la incertidumbre asola nuestros espíritus, en los que la corrupción de muchos aspectos de nuestra sociedad nos produce tanta impotencia... me ataca una esterilidad de ideas que me impide reaccionar. Hay tantas cosas sobre las que comentar que no puedo decantarme por una: la crisis de nuestra huerta por la bocaza de los alemanes, la infección rebelde y mortal por E.Coli que tantas muertes provoca, la toma de posesión en ciertas alcaldías de cargos electos imputados, las muletas estúpidas/ridículas del rey, la prevalencia del espíritu franquista en nuestra sociedad, la xenofobia que ha llevado al poder a algunos, el estúpido talante de algunos políticos que se creen ya en el poder... ¡¡Uffff, es que son demasiadas cosas y la mente se satura, la impotencia nos desarma!!
Ante tanta devastación... mi inspiración se ha secado.
Recurro por ello a hacer de esta entrada un canto a la Literatura.
Así que cuelgo un relato de mi cosecha que, creo, es una metáfora de nuestra sociedad... cada uno lo tome por donde le plazca. Allá va...

Miro el cadáver en el suelo de mi cocina.
El golpe ha sido definitivo. Su cabeza está destrozada y restos de lo que era un instante antes se desparraman por las baldosas de compacto recién fregado y con olor aún a Don Limpio.
Siento que mi manos tiemblan por el horror y... ¡sí, también por el asco!
Aparto la mirada mientras con las manos palpo la fresca pared de azulejos y me apoyo en ella mirando al techo, intentando entrar en mis pulmones un aire que se niega a entrar y que a su paso es casi como una brasa ardiente. Noto cómo me tiemblan la manos, la cabeza, el cuerpo entero. Cierro los ojos y me esfuerzo por contener las náuseas que taladran mis entrañas. Entonces, me miro las manos. El arma aún continúa entre mis dedos. Me aferraba a ella como a un timón, como a una tabla en medio del mar, en el fragor de una tormenta. Más asqueada aún la lanzo al suelo, produciendo un sonido extrañamente agudo al chocar contra él.
Me sereno lo justo y pienso:
«Tengo que deshacerme del cuerpo»
Sacando fuerzas de donde no hay, me agacho y me acerco a los restos aún palpitantes y cálidos. Los últimos espasmos aún hacen vibrar sus miembros. En ese momento siento el ruido de una llave en la cerradura de la puerta principal. Cierro los ojos ante lo inevitable. Unos pasos se acercan y su voz me llama:
«Teresa, nena, ¿estás en casa?»
Mis ojos se llenan de lágrimas; ¡ya no estoy sola! Él me ayudará a deshacerme de los restos de mi brutalidad y calmará mi angustia... esa que aún atenaza mi estómago.
Me pongo en pie como impelida por un resorte. En ese momento él entra en la cocina y me ve. Y lo ve. Pone una mano en mi hombro, pausada, segura, tranquilizadora y me dice en un susurro:
«¡Sal, Teresa, yo me ocupo!»
Con los ojos ya sí arrebatados por unas lágrimas que ya no me veo capaz de dar freno, me voy al salón y me tumbo boca abajo en el sofá mientras, de forma cobarde, dejo que él se ocupe del desastre.
«¡Menos mal que ha llegado, menos mal!»
Le oigo bregar en la cocina, mover sillas, pasar la fregona.
Al poco sus pasos se acercan al salón y al sofá en el que, ya sí, reposo mi pesar. Él se sienta a mi lado, me acaricia la espalda. Siento su calor, su cariño a través de la fina tela de la camiseta. Me dice, con un amor del que ya no tengo duda alguna:
«Teresa, cielo, la próxima vez que te cargues una cucaracha procura que no sea con mi e-reader. Se ha roto la pantalla y ya no sirve para nada»
Asiento en silencio. Tiene razón, toda la razón...
«Lo siento –balbuceo- no tenía nada más a mano...»
FIN

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